miércoles, 30 de diciembre de 2015

¿A qué huele tu Navidad?

No todo el mundo procesa y almacena la información de la misma manera, según la programación Neurolingüística (PNL), las personas captamos la información a través de los sentidos de diferente forma, así habrá quién sea más visual, auditivo o kinestésico (aquellos que perciben predominantemente por el tacto, gusto u olfato).

Creo que, sin lugar a dudas, yo me encuentro en ese tercer grupo y es que gran parte de mis recuerdos están asociados a olores. En estas fechas, tan nostálgicas en las que continuamente nos acordamos del pasado, me vienen una y otra vez a la cabeza, las Navidades de cuando era niña. Mi hermana, Tamara y yo solíamos pasar en casa de mis abuelos las vacaciones escolares de Navidad, también era allí donde nos reuníamos toda la familia para celebrar la Nochebuena y la Nochevieja.

Por ello, las Navidades de mi infancia huelen a mis abuelos, sobre todo a mi abuelo (en el recuerdo de mi abuelo, se mezcla el olor con el recuerdo de su carraspeo antes de hablar), a las riquísimas comidas que preparaba mi abuela (aunque en ese momento, no supiera apreciarlas), a mandarinas, hojaldrinas, espumillón, árbol de Navidad y muñecos (ese olor avainillado tan característico de los muñecos nuevos). 



Cada vez que percibo alguno de estos olores, mi mente se traslada a las Navidades de mi niñez. Recuerdo con añoranza esos momentos felices de mi vida. Me gustaría saber cuáles serán los recuerdos que tendrán mis pequeñas dentro de unos años, espero que en su conjunto sus recuerdos sean tan felices como los míos.


 ¿A qué huele tu Navidad?

lunes, 19 de octubre de 2015

La maternidad une

No me refiero a la relación con la pareja, que dependiendo de los casos podría no ser así. La maternidad une a las madres que están viviendo la misma experiencia.

Hace tiempo que tengo ganas de escribir sobre “mi grupo de la preparación al parto”, aquellas chicas con las que coincidía un día a la semana, no creo que llegara a 8 días en total, en las clases de preparación al parto. Antes de que terminara el curso, una de ellas decidió crear un grupo de whatsapp para mantenernos en contacto, saber cómo había ido todo, etc.

Han pasado ya 7 meses desde que nació Alicia, mi segunda hija, y ese grupo de whatsapp sigue activo, todos los días hay algún mensaje, hay días que son muchos los mensajes. La mayor parte de las veces, sobre todo al principio, los mensajes son sobre los cuidados de los bebés, dudas que nos surgen, vacunas, alimentación, etc. Pero también hablamos de otras muchas cosas, en muchas ocasiones nos sirve para desahogarnos pues sabemos que el resto de madres nos entienden. 

Intentamos aconsejar desde nuestra experiencia o poner un poco de sentido común, porque por surrealista que parezca y residiendo todas en la misma comunidad en lo que concierne a los cuidados y la alimentación del bebé hay mucha variedad de opiniones incluso entre los profesionales sanitarios. 

Podríamos decir, salvando las distancias pues no tenemos conocimientos médicos, que nuestro grupo es un pediatra 24h, si alguna no se acuerda de la dosis de apiretal, siempre otra tiene a mano el prospecto, si nos surgen dudas con el gluten, las frutas, la temperatura corporal, etc. cada una aporta lo que le ha indicado su pediatra (que en ocasiones, difieren bastante entre unos y otros).

Nos contamos lo “malasmadres” que somos cuando no oímos llorar a nuestro bebé o se nos olvida darle el puré de verduras y le damos pecho. Todas sabemos lo que es hacer un “Nacho”, la mitad tenemos la minicuna de adorno y terminamos durmiendo con el/la bebé en la cama, admiramos a Carmen con sus mellizas o las maravillas que hace Laura con la aguja.

Parece mentira como siendo prácticamente unas desconocidas, con las pocas horas que hemos coincidido juntas, hayamos creado estos lazos virtuales, gracias a Nacho, Beltrán, Celia, Blanca, Pablo, Alicia, David, Mateo…

Y es que ¿quién mejor para entenderte que alguien que está pasando por la misma situación?

Muchas gracias chicas por estar ahí ;-)


jueves, 21 de mayo de 2015

Así fue mi día de la carrera de la mujer

Organizarse con dos niñas pequeñas para participar en la carrera de la mujer a las 9:00 en la otra punta de Madrid no es sencillo y más teniendo en cuenta que Pablo no estaba el fin de semana en Madrid; menos mal que pude contar con la ayuda de mi santa madre ¡que haríamos sin las abuelas!.

Aunque ya estaba despierta antes, el despertador sonó a las 6:40 ¿quién dijo que los fines de semana eran para descansar? Aprovecho antes de levantarme para dar de comer a Alicia que con 2 mesecillos sólo toma leche materna y cuando ella termina comienza la contrarreloj para intentar salir con tiempo suficiente a la carrera.

Yo soy de las que no perdonan el zumo de naranja natural por las mañanas, es lo primero que tomo, así que preparo el desayuno con zumo natural para mi madre, Ariadna y para mi. Después del desayuno y con la inestimable ayuda de la abuela toca arreglar a las peques para salir de casa. 

Con un poco de retraso sobre el horario previsto estamos listas y ponemos rumbo al parque del Oeste. De camino voy fijándome en los coches y la gente que hay por la calle, a esas horas un domingo, es fácil darse cuenta de que muchas de las ocupantes de los coches van a participar también en la carrera. En cuanto llegamos al puente de los franceses desde la M30 ya vemos a muchas chicas con sus camisetas rosas subiendo hacia el Paseo Camoes. Como hemos salido un poco más tarde tengo que dejar a mi madre y las peques y subir corriendo hacia la salida.

Según voy corriendo por el Parque del Oeste me doy cuenta de lo que me cuesta correr en las subidas, no he corrido casi después del parto y apenas he fortalecido ¡ay en la que me he metido!.

En la zona de salida, reencuentros, saludos, sonrisas, ¡me encantan estos momentos previos en los que los nervios y la adrenalina se mezclan con la alegria de volver a la competición.

Antes de la salida con algunas "míticas" del atletismo madrileño

Como ya es tradición en la carrera de la mujer, la cuenta atrás antes de la salida y ¡todas a correr!. Aunque ya ha empezado la carrera aún hay mujeres que están yendo hacia la salida y nos animan. Es curioso, pues durante gran parte del recorrido veo a mujeres con las camisetas rosas de la carrera animando.

En los dos primeros kilómetros ya me doy cuenta de que voy más deprisa de lo que pensaba, veremos si me pasa factura al final. Voy a menos de 5 minutos por kilómetro. Lo que peor llevo son las cuestas, Gran Vía parece el "Tourmalet" pero su encanto la hace llevadera. Van pasando los kilómetros y a la altura del metro de Sevilla me pasa una chica que me anima, es Beatriz Ros, madre también y gran maratoniana. Al llegar al Palacio Real, ya pienso "sólo queda una cuesta y ya está hecho", la cuesta de Ferraz, es quizá el momento más duro de la carrera. Ya no puedo rendirme, no pienso caminar, quiero terminar toda la carrera corriendo. Cuando por fin llego al Parque del Oeste ya sé que lo he conseguido, en la última recta voy pegada a la derecha pues le dije a mi madre que se colocara en ese lado y así poder coger a Ariadna para entrar las dos juntas en meta. Bajo el ritmo y voy atenta, pero aún así no las veo, cuando de repente oigo la voz de mi madre que me llama ¡me he pasado! retrocedo y cojo a Ariadna que está feliz.

Retrocediendo a por Ariadna (Foto Sportlife)

Los últimos metros con mi pequeña de la mano son los más felices de toda la carrera, me anima mucho ver cómo disfrutó Ariadna de esos momentos. Las dos entramos sonrientes en meta.

 Aquí podéis ver el video de mi entrada a meta (minuto 33:35)

De la mano de Ariadna (foto Sportlife)

¡Lo hemos conseguido!


domingo, 10 de mayo de 2015

Carrera de la mujer

A pocas horas de la carrera de la mujer, ya he recogido mi dorsal. 

Como cada año, esta carrera es especial para mi, este año si cabe un poquito más, pues ya son dos mis pequeñinas. Igual que hace 3 años después del nacimiento de Ariadna, mañana será la primera vez que me coloque un dorsal cuando aún no han pasado 2 meses desde que nació Alicia, mi segunda niña. La casualidad ha querido que después de ser madre la carrera de la mujer sea siempre mi "debut", en esta ocasión sin objetivos deportivos y sin pensar en las primeras posiciones, es todo un reto personal.

Lejos de un buen estado de forma, con algunos kilos de más aún y sin apenas haber corrido, pues tras la maternidad el descanso es fundamental y obligatorio para que el cuerpo vuelva de nuevo a adaptarse, quiero unirme a todas las mujeres que mañana tomarán las calles de Madrid.

Puede que el destino haya querido que luzca el número 2, me hace mucha ilusión, será como si mis dos pequeñas corrieran conmigo.

                     


No seré más que una gota dentro de la gran marea rosa. Ojalá dentro de unos años pueda disfrutar de esta carrera con mis niñas. 




lunes, 4 de mayo de 2015

El día de la madre

Parece que al ser madre este día es especial, es un día en el que me doy cuenta no sólo de lo importante que son mis hijas, sino también de lo importante que es mi madre. En ocasiones pienso que hasta que no he sido madre no he valorado en su medida todo lo que mi madre ha hecho por nosotras.

Ser madre es maravilloso, lo he podido comprobar en estos tres años pero tengo muy presente algo que me dijeron cuando tuve a mi primera niña: "ahora vas a saber lo que es sufrir". Pienso en ello a menudo y me doy cuenta de que es real y es entonces cuando comprendo lo complicado que es ser madre.

¡Muchas gracias mamá!


lunes, 6 de abril de 2015

Parto a la carrera

Hace casi tres semanas que nació Alicia y como al parecer suele ocurrir con los segundos partos, llegó a la carrera en un parto rapídisimo.

Cuando el lunes 16 sobre las 11 de la mañana se rompió la bolsa y no tenía ningún síntoma de parto, empecé a pensar que no iba a tener suerte y que me esperaba un parto largo. Aproximadamente una hora y media después ingresé en el hospital sin contracciones. No parecía que hubiese movimiento, y ante la posibilidad de que al día siguiente me pusieran oxitocina para provocar el parto, una de mis prioridades era andar, pues el movimiento facilita el desarrollo del parto; así que ahí estaba yo: con el camisón del hospital y en zapatillas recorriendo los pasillos de un lado a otro. En el momento, para mi fue lo más normal, ahora semanas después me doy cuenta de que la imagen podía ser un tanto atípica pues por norma general, las mujeres hospitalizadas a punto de dar a luz llevan zapatillas de andar por casa en vez de zapatillas de deporte.



Por mucho que anduve el lunes, me acosté por la noche sin contracciones. A la mañana siguiente, Pablo se fue a llevar a Ariadna a la escuela ya que en principio nada hacía pensar que fuera a dar a luz en las próximas horas. Mi idea era desayunar y calzarme de nuevo las zapatillas, en menos de dos horas si no me ponía de parto, probablemente, por protocolo, me inyectarían oxitocina.

Mientras desayunaba, sobre las 9:30 empecé a notar contracciones, no eran dolorosas pero parecía que cada vez eran más regulares (cada 4 minutos) y progresivamente más intensas ¡bien, parece que nos ponemos en marcha!. A las 10, Pablo aún no había llegado. No pensaba que hubiera prisa pero de todas formas, le digo que no se entretenga mucho. Cuando a las 10:15 me explora la matrona ya estoy con 4cm de dilatación y ¡casi ni me he dado cuenta!. A partir de ese momento, las contracciones empiezan a ser un poco dolorosas y pienso que a pesar de querer evitarla, cuando llegue el momento pediré la epidural. En ese momento llega Pablo y tras una ducha rápida, vuelven a explorarme y ¡ya son 7cm de dilatación!. Esto parece la Fórmula 1: ¡he pasado de 4 a 7cm en 5 minutos!. Rápidamente me llevan de la habitación al paritorio. Sabiendo que ya estaba muy dilatada y ante el temor a lo que viene después pido la epidural, tras examinarme, me dicen que ya no da tiempo. Si tuviera que expresar en una palabra lo que sentí en ese momento sería MIEDO. Miedo al dolor, parir sin epidural me va a doler y no hay alternativa.

Sin embargo, todo fue rapidísimo (menos de 30 minutos) y el dolor que tanto me asustaba he de decir que no fue para tanto. 

Estoy feliz de que todo haya salido bien y haber podido sentir el nacimiento de mi hija.





lunes, 2 de marzo de 2015

Yoga y embarazo

Ya sí que me encuentro en la recta final de mi segundo embarazo, recién cumplidas las 37 semanas se considera ya "embarazo a término" aunque aún quedan 3 semanas más hasta la fecha probable de parto (22 de Marzo).

Hace un par de semanas tuve ocasión de probar una sesión de yoga para embarazadas. Nunca antes había realizado yoga. A decir verdad, este tipo de actividades tan pausadas no son las que a priori estarían entre mis favoritas. Pero sentía curiosidad por probar algo nuevo avalado por buenas referencias, así que no desaproveché la oportunidad.

De la mano de Cristina, acudimos al centro Samsara de Pinto. Se trata de un local no muy grande, sencillo y acogedor con una ambientación agradable para la práctica de yoga.




El yoga es una actividad que está indicada durante el embarazo, si bien se recomienda, por precaución que no se realice durante el primer trimestre. Entre los beneficios del yoga para embarazadas podemos destacar: mejora de la condición física, flexibilidad así como de la respiración y la relajación, sin olvidarnos del trabajo del suelo pélvico que es uno de los puntos que más preocupan a las mujeres.


Durante la sesión, Cristina nos indicaba las diferentes "asanas" y su correspondiente adaptación, si fuera necesario, durante el embarazo, haciendo siempre mucho hincapié en la respiración.


Las sensaciones finales fueron estupendas, para mi se trata de una actividad 100% recomendable, una pena no haberla descubierto antes.

Si queréis ver un poco más de la sesión de yoga para embarazadas, os dejo el reportaje de zapeaTV:



¡Namasté!

martes, 27 de enero de 2015

entrenamiento en elíptica durante el embarazo

En la semana 32 de mi embarazo ya estoy casi en la recta final y aunque sigo corriendo, de vez en cuando prefiero alternar con otro tipo de actividad como es el entrenamiento en elíptica, que siendo un movimiento similar a la carrera, no tiene impacto por lo que permite realizar ejercicio durante más tiempo.



La semana pasada realicé dos entrenamientos en elíptica, el primer día sólo hice 20 minutos, mientras que el segundo fueron 2 repeticiones de 20 minutos con un poco de descanso entre ambas que aproveché para movilizar un poco la cadera con el ftball, hidratarme y realizar ejercicios de espalda.

Es importante que el trabajo en elíptica sea de suave intensidad y no nos olvidemos de hidratarnos bien ya que al realizar ejercicio en recintos cerrados sudaremos más.