Un cuento divertido que sorprende a los pequeños.
Creo que en este cuento podemos destacar 3 aspectos relevantes:
1. El lobo no siempre tiene que ser malo. Esto nos ayudará a superar los miedos hacia este animal que tradicionalmente en cuentos y canciones es un animal peligroso.
2. Podemos cambiar el final de la historia. El factor sorpresa es algo que a los niños les encanta.
3. Y sobre todo, la importancia del diálogo para resolver los problemas.
En casa nos ha encantado, eso de mezclar los diferentes personajes de cuentos nos ha parecido divertido y aunque a lo mejor hay algunas palabras que aún le quedan un poco grandes, creo que hemos entendido lo importante que son el diálogo, el trabajo en equipo y la toma de decisiones para conseguir un objetivo común. Muy recomendable.
Además, gracias a Boolino, en septiembre viene acompañado de dos actividades divertidas con las que inventar historias divertidas y trabajar en equipo.