jueves, 21 de mayo de 2015

Así fue mi día de la carrera de la mujer

Organizarse con dos niñas pequeñas para participar en la carrera de la mujer a las 9:00 en la otra punta de Madrid no es sencillo y más teniendo en cuenta que Pablo no estaba el fin de semana en Madrid; menos mal que pude contar con la ayuda de mi santa madre ¡que haríamos sin las abuelas!.

Aunque ya estaba despierta antes, el despertador sonó a las 6:40 ¿quién dijo que los fines de semana eran para descansar? Aprovecho antes de levantarme para dar de comer a Alicia que con 2 mesecillos sólo toma leche materna y cuando ella termina comienza la contrarreloj para intentar salir con tiempo suficiente a la carrera.

Yo soy de las que no perdonan el zumo de naranja natural por las mañanas, es lo primero que tomo, así que preparo el desayuno con zumo natural para mi madre, Ariadna y para mi. Después del desayuno y con la inestimable ayuda de la abuela toca arreglar a las peques para salir de casa. 

Con un poco de retraso sobre el horario previsto estamos listas y ponemos rumbo al parque del Oeste. De camino voy fijándome en los coches y la gente que hay por la calle, a esas horas un domingo, es fácil darse cuenta de que muchas de las ocupantes de los coches van a participar también en la carrera. En cuanto llegamos al puente de los franceses desde la M30 ya vemos a muchas chicas con sus camisetas rosas subiendo hacia el Paseo Camoes. Como hemos salido un poco más tarde tengo que dejar a mi madre y las peques y subir corriendo hacia la salida.

Según voy corriendo por el Parque del Oeste me doy cuenta de lo que me cuesta correr en las subidas, no he corrido casi después del parto y apenas he fortalecido ¡ay en la que me he metido!.

En la zona de salida, reencuentros, saludos, sonrisas, ¡me encantan estos momentos previos en los que los nervios y la adrenalina se mezclan con la alegria de volver a la competición.

Antes de la salida con algunas "míticas" del atletismo madrileño

Como ya es tradición en la carrera de la mujer, la cuenta atrás antes de la salida y ¡todas a correr!. Aunque ya ha empezado la carrera aún hay mujeres que están yendo hacia la salida y nos animan. Es curioso, pues durante gran parte del recorrido veo a mujeres con las camisetas rosas de la carrera animando.

En los dos primeros kilómetros ya me doy cuenta de que voy más deprisa de lo que pensaba, veremos si me pasa factura al final. Voy a menos de 5 minutos por kilómetro. Lo que peor llevo son las cuestas, Gran Vía parece el "Tourmalet" pero su encanto la hace llevadera. Van pasando los kilómetros y a la altura del metro de Sevilla me pasa una chica que me anima, es Beatriz Ros, madre también y gran maratoniana. Al llegar al Palacio Real, ya pienso "sólo queda una cuesta y ya está hecho", la cuesta de Ferraz, es quizá el momento más duro de la carrera. Ya no puedo rendirme, no pienso caminar, quiero terminar toda la carrera corriendo. Cuando por fin llego al Parque del Oeste ya sé que lo he conseguido, en la última recta voy pegada a la derecha pues le dije a mi madre que se colocara en ese lado y así poder coger a Ariadna para entrar las dos juntas en meta. Bajo el ritmo y voy atenta, pero aún así no las veo, cuando de repente oigo la voz de mi madre que me llama ¡me he pasado! retrocedo y cojo a Ariadna que está feliz.

Retrocediendo a por Ariadna (Foto Sportlife)

Los últimos metros con mi pequeña de la mano son los más felices de toda la carrera, me anima mucho ver cómo disfrutó Ariadna de esos momentos. Las dos entramos sonrientes en meta.

 Aquí podéis ver el video de mi entrada a meta (minuto 33:35)

De la mano de Ariadna (foto Sportlife)

¡Lo hemos conseguido!


No hay comentarios:

Publicar un comentario